Modelos de vestidos asimétricos para quinceañeras

Habíamos hablado de la importancia de lucir la ropa que nos guste y que además nos quede bien. Sería ideal que nuestro vestido de 15 realce nuestra silueta y la haga más atractiva. Pero no siempre es lo mejor, sobre todo si tenemos algunos kilitos de más que a nadie le gustaría mostrar.

Sin embargo, ello no quiere decir que vamos a escondernos tras un hábito o un abrigo que nos cubra de pies a cabeza. Afortunadamente, hay cortes de vestido que ayudan a disimular los defectos de nuestra figura y a destacar sus virtudes.

Los vestidos de corte asimétrico -o simplemente vestidos asimétricos- tienen la ventaja de hacer más estilizada la silueta sin necesidad de ceñirse al cuerpo. Por el contrario, la caída en diagonal de sus pliegues nos permite movernos con ligereza, ganando confianza en nuestros encantos.

Por ejemplo, en este vestido la caída diagonal de la falda proporciona la apariencia de unas piernas más largas y da mayor volumen a las caderas, gracias su forro de tul con pedrería que difumina la tela en tres tonalidades. El escote corazón y las tiritas de la espalda también resultan muy sugerente sin mostrar de más:

Cuando nuestra contextura es muy delgada es preferible llevar un vestido entallado hasta la cintura y con la falda más holgada para destacar la finura de la silueta y moldear las curvas a la vez. En este caso, el encaje en la parte superior combina de forma muy elegante con un tul de pliegues envolventes a la altura del muslo y de los pies:

Lo asimétrico no solo se aplica a la parte baja del vestido. También puede lucirse en un escote recto con pliegues diagonales en altorrelieve salidos de la tela del propio vestido y que ayudan a aumentar el volumen del busto y las caderas de una manera muy sutil:

Si de realzar el busto se trata, el escote asimétrico lo hace a la perfección, la vez que “alarga” el cuello. Más cuando combina colores neutros, caracterizados por su sobriedad y glamour. No tiene pierde: