¡Uy!, mejor ni pensar en ello, ¿verdad? Para cualquiera sería muy desafortunado el hecho de que esa persona a la que elegiste para que te acompañara en la noche más especial de tu vida, no llegara a tiempo.
No solo sería un hecho bochornoso, sino también doloroso, pero que no te debe hace sentir insegura ni ponerte en aprietos de ningún tipo.
Primero que nada, está el tema de la planificación y la comunicación; deberás mantenerte en comunicación con la persona elegida y hacerle caer en la cuenta de la responsabilidad que su papel implica (sin hacerlo sentir indispensable).
De la misma forma, conversar con sus padres para que lo apoyen en los aspectos relacionados a su apariencia y puntualidad. Con esto habrás conseguido mayor seguridad en él.
Si por algún motivo tu chambelán no se presenta la noche de tus quince años, lo mejor que se puede hacer es no desesperarse y tener la seguridad de que muchos querrán ser tu afortunada pareja.
Puedes optar por pedirle a algún amigo de infancia o familiar para que te acompañe en este momento; para la elección, toma en cuenta su presentación, tamaño y actitud.
Otra buena opción es dejar que las cosas sucedan y se conviertan en sorpresas para ti. Por ello no olvides tener preparado un ramo que podrás arrojar para elegir tu nuevo acompañante en la fiesta. De la misma forma, pide a la persona encargada de la música que haga un cambio por vals tradicional en el caso de que hayas ensayado algo diferente.
Nadie está libre de que un incoveniente como este le ocurra, si te sucede a ti, actúa con normalidad y una gran sonrisa.
Imagen: Clubnenesbn.
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