Realizar nuestra fiesta de quince trae una mezcla de emociones. Por un lado, tenemos la ilusión por cómo será la velada. No obstante, las ansias de que llegue “el gran día” se combinan con los nervios y el temor de tener que enfrentar las miradas y comentarios de todos los invitados.
Una de las cosas que más miedo e incomodidad causa a una quinceañera es el hecho de tener que bailar el vals ceremonial con la pareja que ha escogido o le han escogido como chambelán.
¿Qué pasa si es el chico que nos gusta? ¿Y si nos han obligado a bailar con él a pesar de que no lo conocemos o nos cae mal? En cualquier caso, la prudencia será nuestra mejor aliada para que el tan esperado baile sea un éxito. Es decir, no hay que adelantarnos a los hechos ni ver tragedias donde no las hay.
Debemos aprender a controlar nuestros nervios y no proyectarnos demasiado a ese momento, pues las buenas o malas expectativas siempre juegan a favor o en contra de nuestra performance. Es muy importante ensayar con mucha disciplina junto a nuestro futuro chambelán para que sepamos a qué atenernos de verdad.
Si él o nosotras tenemos dos pies izquierdos (lo ideal es que al menos el chico tenga buen ritmo para que sigamos sus movimientos), lo mejor es optar por una coreografía sencilla, solo con pasos laterales y giros en el mismo lugar.
Cuando llegue el tiempo de ejecutar el vals, si seguimos nerviosas solo tenemos que sonreír e imaginarnos algo divertido mientras miramos al chambelán a los ojos, que por lo demás resulta una de las partes más difíciles de todo el número.
Si aún así sienten que están a punto de salir huyendo del salón, les sugiero que utilicen una pista musical de corta duración y que incluyan en la “coreo” a otros chambelanes con los que tengan más confianza, como sus amigos, primos y hermanos.
Imagen: Friar Tux Shop
Tags Blogalaxia: Quinceañero, Fiesta De Quince, Baile Con El Chambelán.
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