Símbolo de distinción y de los más fashionistas anhelos femenino (aunque los chicos no se quedan atrás), las joyas son piezas infaltables en cualquier ajuar de gala, con mayor razón si somos las homenajeadas de la fiesta.
Entre aretes, pulseras, anillos y demás alhajas que puede lucir una chica de 15 en su día especial, una de las que llama más mi atención -y seguramente de todos los asistentes- es la gargantilla.
Aunque tenga un diseño muy delicado, esta joya nunca pasará desapercibida porque se luce casi como parte del vestido y de una forma en que nuestro cuello y, por tanto, figura se ven más estilizados.
Qué quinceañera no ha soñado con usar una gargantilla de perlas blancas y su correspondiente juego de aretes. Estas tienen la virtud de darnos una apariencia más dulce y glamorosa, sobre todo si llevan un dige en el centro, que también puede ser una perla de mayor tamaño y tonalidad ligeramente más cálida:
A pesar de no llevar ninguna aplicación extra, esta gargantilla de plata destaca entre las demás por el brillo uniforme de la cadena, que al colocarla sobre el cuello lo hace ver más delgado. El efecto sobre las pieles trigueñas y oscuras es más que atractivo:
Otro de los metales preciosos por excelencia es el oro, que luce todo su esplendor en una gargantilla con diges de cuarzo negros que le dan un toque de color más moderno y seductor. Es ideal encima de un escote de corazón, pero hay que aprender a llevarla previamente, ya que puede ser un poco pesada:
Mucho más ligera pero sin perder la elegancia característica de esta joya, la gargantilla que vemos a continuación está elaborada a base de perlas de bisutería, que se unen en el centro como si fueran un gran dige. Además, lleva un cadena en la parte trasera que permite modular su largo, pudiendo convertirse en collar:
Imagen: Ebay.es, Ebay.es, Mercado Libre, Bottega Verde.
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