Si hay algo que realza la belleza de nuestro rostro, eso sin duda es el maquillaje. Pero no se trata de usarlo por usar, sino que debemos aprender ciertos tips dependiendo del efecto que queramos lograr. En este caso, el brillo y la coquetería que caracterizan a toda quinceañera.Uno de los elementos del make-up que reúne estos atributos es la escarcha. Por supuesto, hay muchas maneras de aplicarla, desde cubrir el cuerpo enteramente con ella hasta las famosas caritas pintadas de las fiestas temáticas.
No obstante, creo que por la elegancia de la ocasión, debemos emplearla con mucha sobriedad y de preferencia sólo en la cara. No hace falta que se noten puntos engominados a su alrededor, sino unos simples destellos de distinta textura en lugares estratégicos del rostro.
Como la mayoría de fiestas de quince son en la noche, hay que concentrar el color en los ojos, que al dilatar las pupilas dan la sensación de volverse más grandes y seductores.
Por tanto, nos conviene pintarlos con sombras escarchadas en tres tonalidades, colocando las más fuertes en su borde inferior y superior, de preferencia en barra o pasadas ligeramente en agua para que duren más tiempo.
A la boca hay que aplicarle encima del labial o gloss otro gloss transparente con escarcha, pero concentrando el brillo en la parte central como unas pequeñas gotas de agua para se vean más sensuales. Y el toque final viene con el rubor escarchado, aunque con un fulgor casi imperceptible debajo del borde inferior de los ojos.
Imagen: Mailxmail.com
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